RUIZ DE LA PUERTA, FÉLIX
Este libro rezuma sabiduría filosófica, ciencia honda y doctas especulaciones, pero en todo momento sabe agudizar nuestro entendimiento de manera fácil y armoniosa, encantándonos. A ello ayuda el método utilizado por el autor, que consiste en apoyar el discurso tanto en teorías y edificaciones arquitectónicas como en trabajos procedentes de otras disciplinas artísticas. Este libro es un canto a las artes y a todo lo que se puede descubrir en ellas. Su carácter renacentista y universal nos descubre relaciones, cercanas a la fenomenología, entre los espacios arquitectónicos y el hombre.
Entre las diversas configuraciones que puede adoptar lo que envuelve nuestro ser en el espacio, el autor ha elegido tres sugerentes posibilidades, ricas en potencialidades simbólicas, míticas, atávicas y arquetípicas: el Bosque, el Desierto y la Cueva. Sus descripciones recuperan la memoria, los recuerdos y las emociones con las que nuestros ancestros contribuyeron a formar el inconsciente colectivo del hombre actual. Entre estas tres configuraciones, la Cueva es quizás la más primitiva, la más primigenia, pues todos somos hijos de los hombres de las cavernas. El Desierto se explica en función del viento que es el dador de la forma; es, por tanto, un espacio líquido, pues la arena se escapa entre nuestros dedos como el agua. El Bosque, oscuro, profundo e insoldable, mediante un juego mágico de luces misteriosas crea una arquitectura de lo intangible y de lo etéreo.
Ameno y claro, pero también exigente y audaz, el relato que el autor ha ido tejiendo es una aventura humanística que pide lectores de corazones intrépidos. Pues lo que hace Félix Ruiz de la Puerta es invitarnos a emprender con él un viaje que tiene como meta alcanzar una percepción más creativa y más rica, tanto de la arquitectura como del propio espacio.