MAINER BAQUÉ, JOSÉ CARLOS
Las «tramas», los «libros» y los «nombres» son modos de denominar la práctica de la historia de la literatura. La historia es un modo de lectura: volver a contarlo. Operación que no es inocente, porque se supone que la historia cree en la relación causal de la vida colectiva y la literatura, qu e sostiene la intencionalidad de las obras. Aunque tampoco se le oculte al historiador que los escri-tores pueden huir de la realidad, camuflar sus propósi-tos o ser a veces un sedimento de los otros textos que han leído.El lector recorrerá unas «tramas» que se limitan a un año, 1944 o 1952, y otras que evocan una sombra siniestra la última imagen de Franco o una cercana y quizá confusa, el final de los años noventa. Sabrá algo más de libros como El Jarama y Los bravos, pero también de las tres novelas que mejor retrataron la Transición, o de cómo la historia hecha noticia y la escritura hecha dietario se han fundido en los relatos más recientes. Y se asomará a la coherencia interior de una constelación de poetas y al taller de una galería de novelistas: Álvaro Pombo, Juan José Millás e Ignacio Martínez de Pisón.