PEREIRA DA SILVA, ANA SOFÍA
Aunque el espacio íntimo no esté necesariamente vinculado solo al espacio privado y doméstico, este no le es del todo ajeno. El espacio de la intimidad nace también con la conciencia del pudor, con el secreto, con la necesidad de habitar un lugar oculto. Los espacios de intimidad no se remiten únicamente al habitar aislado, surgen también como resultado de la vida en común, de la vida vivida con el otro. Asimismo, el espacio de la intimidad no es únicamente un espacio de proyección individual, sino que puede ser también espacio de confrontación con otro, el otro que es cercano, familiar o cómplice. Los espacio íntimos son los habitados sin máscara o protocolo. Son los lugares del desnudarse. Son los lugares de lo profundo, de lo recóndito, de lo intrínseco.