MONTANER, JOSEP MARIA / DOMINGO SANTOS, JUAN
La arquitectura moderna eclosionó con la voluntad de resolver las
cuestiones del entorno cotidiano, pero siguió aplicando los criterios
tradicionales de la cultura Beaux-arts para resolver edificios
singulares y extraordinarios. Paulatinamente, a lo largo del siglo
XX, la vivienda social y la casa unifamiliar fueron perdiendo peso
frente a los monumentos. A ello contribuyeron también los
historiadores, quienes elaboraron una construcción historiográfica
basada en las obras singulares aisladas de su contexto, elogiosa
con el arquitecto masculino como héroe que emerge de su medio.