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El tipo edificio de la industria es relativamente reciente. El hombre, luego de su origen nómada, comenzó al cultivar la tierra a dominar y domesticar por selección las plantas y a vincular a lus labores diarias algunas especies de animales. Al perder paulatinamente la tierra su fertilidad, la abandona por otra porción, dando lugar a producciones excedente de donde nace el intercambio.
Poco a poco la economía, cae en manos del feudalismo para pasar, luego al sistema artesanal de subsistencia. La revolución francesa traería, nuevos cambios en la forma de producción artesanal caracterizada por la transmisión del conocimiento de generación en generación, se convierte en la base de la economía en los años venideros y en un complejo sistema económico: producción en intercambio, base del capitalismo.
Las fábricas son modelos arquitectónicos nuevos en la historia de la humanidad, aparecen posiblemente del siglo XV. De la relativamente estable sociedad agrícola y respaldada por el salto tecnológico, con producción a gran escala amparada por maquinaria especializada y una gran organización administrativa, se da el salto a la fábrica, lo que conlleva nueva estratificación social y nuevos valores culturales, originando el término "industrial".
A finales del siglo XIX un gran innovador Henry Ford, introdujo el montaje en cadena, con trabajos especializados para cada operario, con operaciones muy cortas, la determinante de estas naves industriales era la colocación de un número cada vez mayor de opera, con lo que el reto se volvió ingenieril, dado que era necesarion cubrir la mayor cantidad de area con el mínumo de apoyos para lograr lo cual se echó mano de nuevos materiales: el hierro y el concreto. No obstante que el resultado formal de los edificios industriales estaba regido por la función, a nivel urbano los cambios fueron fundamentales; la revolución industrial invirtió los términos de la distribución de la población ya que obliga a los trabajadores de emigrar a las grandes ciudades. La división del trabajo y el aumento de la productividad, propiciaron la concentración en las ciudades.
Gropius, al referirse a la fábrica decía que al aspecto exterior debía impresionar al transeúnte y la disposición interior al trabajador para lograr su bienestar, paulatinamente se introduce en concepto esparcimiento, lo que trae consigo la humanización del espacio industrial.
A mediados del siglo XX se relacionan monumentalidad y arte, con eficiencia y productividad y gracias a los nuevos materiales y al depurado uso de los mismos el objeto industrial deja de ser un objeto puramente ingenieril, hoy la fábrica es algo más que especializado y debe tenerse presente puesto que es imprescindible el analisis de su pertinencia en el contexto regional y nacional.