JOSE PEÑALOZA SALINAS
Habiendo definido la esencia del mensaje publicitario contemporáneo como triádica, en el sentido expresado por Charles S. Peirce, y a la vez como un flujo de significados que va del emisor al receptor y viceversa, no podemos ignorar entonces que hoy, allí no quede la cosa. Simultáneamente con la primera llegada del mensaje, este produce un rebote, yendo y viniendo en muchos sentidos, en una especie de diálogo interminable entre la marca y el consumidor.