JODIDIO, PHILIP
Arquitectos estrella desde Zaha Hadid a Herzog & de Meuron han sacudido el antes aburrido mundo de la arquitectura museística imprimiendo bravura a nuevos edificios y ampliaciones. Pero la tendencia en los nuevos museos que optan por una arquitectura contemporánea audaz va mucho más allá de la impresionante obra de Renzo Piano o Tadao Ando. Muchos arquitectos menos conocidos también han diseñado lugares extraordinarios para exponer arte y artefactos.
Algunos han provocado controversia, como el arquitecto mexicano Teodoro González de León y su Museo Universitario de Arte Contemporáneo en el campus en expansión de la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México). Otros han sido cálidamente bienvenidos, como la ampliación impactante y llena de luz de la Galería de Arte de Ontario por el nativo de Toronto Frank O. Gehry, su primer encargo en su ciudad natal. Otros señalan nuevos horizontes al recuperar zonas fabriles y reanimar estructuras industriales abandonadas: la transformación de Nicholas Grimshaw de un alto horno en desuso de los años 1960 en Horno 3, un celebrado espacio galerístico extra para el Museo del Acero de la ciudad mexicana de Monterrey, es un buen ejemplo. En Cartagena, España, el trabajo de una década de Rafael Moneo en el Museo del Teatro Romano culminó en una estructura que atrapa a los visitantes de un modo arqueológico, conduciéndolos a un tour por la historia, así como por el yacimiento en sí.
Aquí, pues, hay más de 50 proyectos de los mayores talentos llevando al límite el diseño museístico contemporáneo, desde maestros reconocidos hasta la última generación de brillantes arquitectos.