CAMPO BAEZA, ALBERTO
Esta nueva monografía de Campo Baeza recoge su arquitectura desde el 2015 a la actualidad y completa a la anterior, TC 112, recopilando entre ambas más de 20 años de obras, proyectos y escritos de este arquitecto internacional.
En sus 290 páginas, las obras de Campo Baeza más importantes de este periodo se organizan en varios apartados entre casas, edificios, concursos y diseños de producto desarrollando siempre cada uno de estos proyectos con textos, planos, detalles constructivos e imágenes.
Recorriendo sus páginas podemos ver la claridad conceptual que caracteriza sus realizaciones, entendida no tanto como minimalismo o restricción, sino más bien como sencillez y economía de medios, “hacer lo que hace la Poesia en la literatura: emplear menos palabras, pero colocadas de tal forma que el resultado es mucho más expresivo y con un aroma especial.”
Incluye una entrevista a Campo Baeza, coordinada por Alberto Burgos, pero realizada, en esta ocasión, por estudiantes de arquitectura, con preguntas que reflejan inquietudes sobre temas tanto conceptuales de su arquitectura como de su vida personal.
La monografía se completa con su texto “La belleza necesaria”, un manifiesto favor de la belleza en el sistema educativo
“He perseguido la belleza con denuedo. He buscado la belleza con ahinco. He andado tras la belleza desesperadamente. He buscado y busco y buscare la belleza hasta morir o hasta matarla. Matarla de amor cuando la encuentre, pues he puesto mi alma en tal empeño”.
Incluye una entrevista a Campo Baeza, coordinada por Alberto Burgos, pero realizada, en esta ocasión, por estudiantes de arquitectura, con preguntas que reflejan inquietudes sobre temas tanto conceptuales de su arquitectura como de su vida personal.
La monografía se completa con su texto La belleza necesaria, un manifiesto favor de la belleza en el sistema educativo
He perseguido la belleza con denuedo. He buscado la belleza con ahinco. He andado tras la belleza desesperadamente. He buscado y busco y buscare la belleza hasta morir o hasta matarla. Matarla de amor cuando la encuentre, pues he puesto mi alma en tal empeño.