PERNIOLA, MARIO
La estética se ha enfrentado con los grandes problemas de la vida individual y colectiva, se ha preguntado por el sentido de la existencia, ha fomentado desafiantes utopías sociales, se ha sentido implicada en los interrogantes propios de la vida cotidiana y también ha individuado sutiles distinciones cognitivas. Asimismo, ha examinado con profundidad temas y cuestiones filosóficas y teológicas de trascendencia histórica, ha indagado sus afinidades y divergencias con la moral y la economía, ha establecido relaciones con las restantes disciplinas filosóficas, con las ciencias humanas e, incluso, con las naturales, como la física y las matemáticas. Además, la estética ha traspasado las fronteras de Occidente, dando lugar a pensadores muy originales, quienes, tras familiarizarse con los métodos de la disciplina, han generado teorías y conceptos que, a su vez, han modernizado el modo de entender sus respectivas tradiciones sin romper por completo con ellas. De este modo, han conseguido sustraerse el colonialismo euroamericano y a la pesada herencia histórica que este arrastra. Finalmente, la globalización ha convertido a la estética en algo más parecido a una filosofía de las culturas que a una reflexión sobre la esencia de lo bello y sobre el arte.