RASTIER, FRANÇOIS
Pretende con ello volver a legitimar la noción misma de obra, que muchos autores contemporáneos renuncian a tratar o relegan al olvido. La misma palabra obra parece, en efecto, anticuada; recuerda demasiado a un objeto, a una pieza de museo y se prefiere en su lugar hablar de intervenciones, propuestas, performances, instalaciones. Y, sin embargo, la obra de arte, por su tenor y alcance, tiene una solidez que la hace persistir en el tiempo así como resistir ante la omnipresencia de los productos.