LOPEZ, MIGUEL A. (CURADURÍA)
A finales del siglo XX son las mujeres las que cambian el rumbo del arte.Han pasado poco más de cien años desde los primeros intentos de afirmación femenina en un escenario reservado con celo por y para el hombre. Pero al igual que en otras disciplinas la presencia femenina es cada vez más constante y decisiva. Y nuestra joven Repùblica, en medio del caos social y político, lo fue reflejando de manera gradual. Primero con la aparición de alumnas en la escuela de arte donde tienen que ganarse a pulso su permanencia. Es un proceso lento y con momentos desalentadores donde aparentemente no hay progreso. Solo aparentemente. Porque las mujeres, desde el lugar donde las ha colocado el orden social, trabajan y forjan un destino que no es solamente suyo sino también de todos los que la rodean. De pronto ese grupo pequeño dedicado al arte va en aumento porque la historia misma no se detiene. Allí también se encuentran las autodidactas, las artesanas y muchas más.
Es así hacia los años noventa irrumpe una generación de artistas que imprime en su trabajo no solamente sus preocupaciones estilísticas, sino también su comprensión del mundo y de la sociedad desde sus propias vivencias. De pronto, el desnudo femenino no es más un desafío estético muchas veces reservado para colecciones privadas, es más bien un terreno de expresión e incluso un campo de batalla para su propia autora.
Al querer celebrar el Bicentenario del Perú, enfocados en algún capítulo de impacto en el desarrollo del arte, barajamos varias opciones y encontramos uno de los más importantes se desarrollaba en el terreno de la mujer. Convocado Miguel López, curador de prestigio y agudo observador de la interacción entre el arte y el escenario sociopolítico, nos propuso un minucioso estudio sobre el papel de las mujeres en el arte peruano de finales del siglo XX.
El resultado es Hay algo incomestible en la garganta. Poéticas antipatriarcales y nueva escena en los años noventa. Una exposición acompañada además de este catálogo y ensayo, en el que a través de más de 200 obras, realizadas por medio centenar de artistas, no solo entramos en contacto con un período decisivo sino que lo entendemos e interiorizamos como parte de nuestra historia.