ARMANDO ZEROLO DURÁN
El Estado Minotauro es la nueva forma de tiranía democrática, la tiranía de la opinión pública, radicalmente distinta de las antiguas tiranías monárquicas, aristocráticas o democráticas, fundadas en la violencia. Tiranía profetizada como posible por Tocqueville atribuyéndolo a la preferencia de los hombres democráticos por la igualdad, una pasión, a la libertad, un don. Jouvenel, igual que Huxley y Orwell casi al mismo tiempo, la vio ya como consustancial a los primeros poderes totalitarios, el marxista leninista soviético y el nacionalsocialista, fundado ya este último en la biología. Es un estado caracterizado, dice el profesor Zerolo, por la inseguridad; inseguridad que fomenta la Legislación totalitaria. La seguridad está en él siembre entredicho o es simplemente ficticia: la vida que le importa a Minotauro es la "nuda vida" como decía michel Foucault y la propiedad está siempre a disposición de las necesidades alimenticias de Minotauro. Ambas dependen directamente de su poder, dirigido por oligarquías parecidas a las de Michels y "cristalizadas" como las de Pareto, y adiministrado por burocracias parecidas a las de Weber, y extractivas como las Acemoglu.