DELGADO ROJO, JOSÉ LUIS
En sus trabajos como historiador Walter Benjamin se porpuso hacer visible la afinidad estructural entre los fenómenos de una determinada época, en tanto que variaciones de un mismo patrón invariane. Para ello buscó en la superficie de cada época el fenómeno privilegiado que exprese de forma concetrada la misma ley que gobierna el resto de manifestaciones empíricas. Este fenómeno, a la vez caso particular y clave de totalización de los fenómenos, es lo que Benjamin denominaba el "fenómeno originario" o simplemente el "origen" de cada época.
Este persistente interés benjaminiano por el "origen" dibuja una invitación a contemplar de forma unitaria no solo su filosofía de la historia sino toda su obra. Asi, de la misma forma que la alegoría encerraba el principio común a las diferente facetas del drama barroco, y el fetichismo de la mercancia permitía descifrar la unidad formal oculta entre los productos culturales del siglo XIX, Benjamin detecta en la mimesis artística o la epopeya antigua el "origen" de su propio presente, las primeras décadas del convulso siglo XX. De esta manera, mostrando la analogía que une el presente con el pasado Benjamin tratará de restituir la tensíon entre lo actual y lo posible propia de la historia.