Este breve pero valioso testimonio es una carta de amor a su profesion, a un modo de estar en la vida que nos ensena que ante el valor efimero de la naturaleza solo caben el cuidado y el agradecimiento.
Artículos relacionados
Vista previa: EL JARDÍN: DOMINACIÓN, ADORACIÓN, POSESIÓN, COMUNIÓN CON LA NATURALEZA
Esta web utiliza cookies propias y de terceros para mejorar nuestros servicios mediante el análisis de sus hábitos de navegación. Puede obtener más información aquí o cambiar la configuración.