JAVIER DÍAZ-ALBERTINI F.
La creciente privatización de los espacios públicos es un proceso preocupante que está ocurriendo en las llamadas urbes posmodernas, situación a la que Lima no es ajena. En esta ciudad, sin embargo, la privatización se ve exacerbada por la cultura arraigada de la transgresión y la debilidad ciudadana. Se produce, así, una particularidad, que es el tema central de este libro: la apropiación ilegal de veredas, calles y parques por sus residentes y autoridades.
Sobre la base del análisis de los resultados de una encuesta, observaciones en sitio, grupos focales y entrevistas en profundidad, se plantea que esta privatización adquiere tres formas principales. En el feudo, la autoridad avasalla el espacio público, determinando sus formas y funciones sin mayor consulta ciudadana. En la comarca, la privatización nace de los mismos residentes, apropiándose por medios informales e ilegales del espacio que les corresponde a todos. Finalmente, en la feria, el sector privado genera espacios cuasi-públicos que crean la ilusión de ser alamedas festivas con la intención de retener al ciudadano consumidor. A pesar de que las tres formas supuestamente son respuestas a la creciente inseguridad, la investigación concluye que una motivación más poderosa es la segregación. Como resultado, se fragmenta aún más a una sociedad con enormes escisiones al restringir y desaparecer los posibles espacios de encuentro.