TAPIA, ALEJANDRO
Existen dos criterios dominantes en la práctica y la enseñanza del diseño: el de la estética y el de la funcionalidad. Con el primero, alumnos, maestros y profesionales pretenden producir en los usuarios una experiencia que los acerque a lo bello y que los impacte de modo positivo para que se apropien de una imagen, una marca o una institución; con el segundo, buscan vender un bien o un servicio a través de la identificación de ese producto ya sea material, conceptual o institucional con las necesidades del público al que va dirigido. Esta postura deja de lado una de las características más significativas del diseño: su poder discursivo. Preocupado por esta última esfera, Tapia presenta en este libro un acercamiento fincado en la retórica que busca despertar la conciencia de los diseñadores sobre el poder que les confiere su trabajo. Su tesis es clara y contundente: todo diseño o creación desde el trazado de una fuente tipográfica hasta la disposición de una página, desde la concepción de un logotipo hasta las rutas de la navegación cibernética esconde un discurso y el diseñador profesional debe estar al tanto de él y de sus consecuencias para generar en su auditorio lo que desea y para contribuir a la vida social.