ULRICH BISCHOFF
Para Edvard Munch (1863-1944), la pintura era un acto de autoliberación. Su tratamiento del miedo, la desesperación y la muerte todavía ejerce un poderoso efecto visual y psicológico en los espectadores modernos. De todas las obras de Munch, "El grito" (1893), que representa a una figura torturada por el horror, es la más conocida y seguramente la más expresiva.
El artista reflejó en su trabajo sus más íntimos sentimientos: "En realidad, mi arte es una confesión libre, un intento de aclarar mi propia relación con la vida..." Aunque Munch no puede ser identificado claramente en un solo movimiento, está considerado como un pionero del Expresionismo.