AA.VV
En el Panorama de las Artes Visuales en el Perú, son pocos los autores que en el cambio del siglo Xx al XXI han visto su reputación consolidada al grado en que Carlos Runcie Tanka ha visto la suya. A los 53 años , y con más de 30 de trayectoria, es uno de los artistas más respetados en el ámbito del arte contemporáneo nacional y es reconocido en la escena continental. Es también uno de los artistas más admirados por el público no especializado, interesado en su quehacer vital y conscinete de su excepcional entrega artística.
Lo singular de este artista es la combinación de dos dinámicas de creación fuertemente diferenciadas, en un solo proceso : una de producción continua de piezas realizadas en cerámica de alta temperatura (quemada a 1200 °C o más), que implica sensiblemente una percepción de la cerámica como un medio ancestral, puro y simple; y otra de práctica estética contemporánea de la instalación, que es la materialización efímera personal, un pensamiento plenamente articulado o un paisaje de la memoria individual o colectiva. La solidez y contundencia de sus piezascerámicas y la intangibilidad y virtualidad de la dimensión utópica de sus instalaciones fueron, desde un primer momento, observadas como un signo de contradicción, motivo de desconcierto. Lo visto en su trabajo o pertenecía al ámbito de la escultura tal como se trabajaba localmente y por lo tanto introducia violentamente una nueva nota híbrida a la plastica peruana.