AA.VV
Con la misma mirada fascinada y crítica que contempló la congestión de Manhattan en Delirious New York, el holandés efectúa con sus alumnos de Harvard minuciosos análisis de las mutaciones urbanas en el cambio de milenio, fruto de los cuales son dos voluminosos libros dedicados respectivamente a la colonización del territorio en Asia y a la actividad comercial. Y con la habilidad de un hombre orquesta, compagina esa dedicación teórica con la práctica profesional: sin dejar de pontificar sobre los efectos de la globalización, ejerce como diseñador de marcas.