SERGIO J. DI NUCCI
Durante las 3 últimas décadas, la institución de los museos conoció una atención y un éxito espectacular nunca antes visto. Pero también protagonizó y sufrió una transformación que hizo que entusiastas y detractores coincidieran en que sólo por hábito lingüístico podía retenerse el término, y seguirse hablando de museo.
Este librito señala las metamorfosis en los estatutos significativos y comunicacionales del museo, que ha pasado de ser un local que exhibía y conservaba un corpus considerado canónico a erigirse en nuevo medio de masas, y aun a perder su localización espacial para ganar no sin avidez todas las virtualidades que las nuevas tecnologías pueden ofrecerle. Es el salto que va desde la tesaurización y la pedagogía, hasta las industrias del entretenimiento. Una nueva demanda resulta incontenible, la de una arquitectura y un diseño también nuevos, como escenificación y conclusión de las premisas de este nuevo museo.
Las exhortaciones a modificar las instituciones museísticas de manera radical tienen poco de ataque personal, si se atiende hasta qué punto es generalizada esta exhortación. Si los museos de arte se ven sujetos a un renovado caudal de demandas políticas y sociales, se debe a que hasta ahora han sido considerados parte de la llamada cultura alta.
Analizar entonces hasta qué punto son justas éstas y otras tantas convicciones esgrimidas en la actualidad es el propósito de esta obra.