LORES, EDUARDO
El autor ha vivido, viajado y reflexionado lo suficiente para saber que lo público impregna y condiciona nuestra vida privada, de la misma manera que lo demás íntimo (nacer, amar, soñar y morir) puede ser también lo más universal. Para eso existe el arte: para resistir a la fugacidad del tiempo, que amenaza con volver a la nada lo vivido y privar a todo de valor y permanencia. (200)